Lo que nos debe importar de la historia de la guía Michelin
- lauramanuelacocina
- 29 may 2024
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 3 jun 2024
No sé nada de las llantas Mishelan -cómo se pronuncia en francés-, ni de su agarre o de su calidad, nunca las he comprado, supongo que son las mejores porque si son los críticos de mas renombre del mundo de tantos lugares con tanto detalle y minucia es porque a la vez se sienten confiados de su producto.
Resulta que esta empresa de llantas fue pionera en su área y hace 124 años su fundador creó una oportunidad, una idea muy ingeniosa y adelantada para su era: André Michelin notó que si promovía el turismo, los dueños de los 3 mil carros que en ese momento (en el 1900) andaban en Francia recorrerían distancias más largas y comprarían llantas con mas frecuencia.
André desarrolló de la mano de sus vendedores de llantas un pequeño folleto rojo que no tenía costo con recomendaciones de dónde hospedarse y donde comer.
Imagínense en esos tiempos, sin internet, sin Google Maps, uno estrenando carro porque estaba casi que recién inventado y queriéndolo usar, fácilmente podría ser una biblia para las personas viajeras -o lo hubiera sido para mí-. Aparte que la guía si venía con recomendaciones verídicas porque los vendedores de llantas comerciaban las llantas andando entre ciudades, ellos ya sabían dónde hospedarse o comer.
Como dicen aquí en Colombia cuando uno está en "roadtrip” camino a la costa hay que parar a comer donde están los camioneros porque esos son los mejores lugares.
André en una ocasión vio que en un taller de carros estaban usando la guía para “cuñar” un taburete y eso le pareció inaceptable, este dato lo ponen en la historia oficial de la página Michelin como un -importante hecho-, me imagino que André debió estar furibundo al respecto y como buen francés que debió ser, que saben todo lo de ellos es grandioso e importante, no iba a dejar pasar eso por alto, entonces después de 20 años empezaron a cobrar por la guía y por supuesto secundo a André y soy partidaria de que el arte se debe cobrar para que sea arte.
En fin, la guía creció y se empezó a convertir en un libro, ya tenían oficinas para que los turistas se acercaran y sus estándares empezaron a perfeccionarse, nació la jerarquización que se conoce hoy en día por las tres estrellas, ya tienen otra estrella verde de sostenibilidad y el Bib gourmand que es una categoría para restaurantes más informales y con el énfasis en la mejor recompensa por precio.
Hoy en día Michelin es un referente de excelencia, no solo por los restaurantes que premia sino por la esencia de su marca y lo que representa, las empresas que continúan siendo vigentes después de cien años son un vivo ejemplo de consistencia y de lucha por transformarse junto con la evolución de la sociedad, algo que no es para nada fácil. Michelin logró elevar su empresa de llantas a la categoría de arte y esta es una referencia para demostrar que si las venta de llantas tiene una relación con la hospitalidad, el café también va con la costura, las mascotas pueden ir con los postres, la lavandería va con la comida e infinidad de negocios híbridos que están en los sueños más recónditos de muchas personas, SÍ son posibles con la correcta curaduría.
Escribir al respecto me iluminó también en mi camino, porque en muchas ocasiones uno como emprendedor quiere resultados inmediatos e ipso factos pero la verdad, todos los buenos procesos son como el vino, toman su tiempo para ser apreciados y sacar sus verdaderos colores. André Michelin escribió: “Esta obra aparecerá con el siglo y durará tanto como él”...
Esta es la primera parte de un compendio de siete escritos, porque tengo mucho mucho por decir, gracias por leerme.
Yorumlar